Comparto aquí un extracto de artículo escrito por Aurelio Martínez de Diario del Puerto que es bastante interesante:
La crisis del mar Rojo abrió un nuevo escenario en los tráficos marítimos. El cierre del Canal de Suez y el desvío de tráficos permitía suponer un cambio en los flujos de tráfico en los puertos como mínimo del Mediterráneo. Así se ha producido en el primer mes de este año según las estadísticas de Drewry. Mientras la capacidad de escala se ha reducido sensiblemente en puertos como Pireo (-31%), Gioia Tauro (-18%), Damietta (-30%), Port Said East (-26%), o Marsaxlokk (-25%), en el Mediterráneo occidental se han producido suaves incrementos en los principales puertos.
Tal vez la primera cuestión que deberíamos plantearnos de cara a planificar mínimamente el futuro no puede ser otra que la duración previsible del escenario bélico y el cierre selectivo del mar Rojo. A pesar de los esfuerzos llevados a cabo por EE.UU. y la UE por detener o paliar el ataque de los hutíes a los buques comerciales, la realidad es que las principales navieras se han visto obligadas a desviar sus tráficos por el cabo de Buena Esperanza y que la actividad de los hutíes se ha incrementado en las últimas semanas. Es más, en un informe de dicha organización (reflejado en el editorial del SEE del 5 de mayo) han señalado dos cosas relevantes. Primera, hasta esa fecha han disparado 606 misiles y drones con un nivel de éxito del 2,8% (17 buques). Segunda, como resultado del éxito de sus operaciones van a ampliar sus ataques al Mediterráneo además de continuar sus operaciones en el mar Rojo, el Golfo de Adén y el Índico.
Tomando esta información como referencia el paso siguiente consiste en aventurar a medio y largo plazo qué puertos o navieras o cadenas logísticas en general serán los ganadores. Sin lugar a dudas, como me comentaba un amigo mío hace pocos días, serán los que comprendan mejor los cambios y se adapten con mayor rapidez y eficiencia a este nuevo campo de juego. ¿Cómo se sustituirían escalas para cubrir las necesidades comerciales de los países del este del Mediterráneo?
Desgraciadamente se han superpuesto otros elementos que distorsionan, enmarañándolo, el resultado final de la crisis del mar Rojo. La entrada de los ETS, el reordenamiento de las navieras con las nuevas alianzas, la competencia entre navieras y las estrategias corporativas de negociación, o la propia crisis económica europea, entre otras, podrían ser algunas de las diversas variables que han impactado en el tablero de juego de los tráficos de contenedores.
Pasado ya un trimestre desde la crisis merece la pena intentar hacer una primera evaluación de lo sucedido en nuestros puertos. Para ello utilizaremos las estadísticas aportadas por Puertos del Estado, a pesar de las limitaciones graves que presentan y que deberían corregir si queremos conseguir análisis más rigurosos.